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Mencionado por primera vez en 1031, el castillo fortificado medieval fue rediseñado y ampliado en el siglo XIV cuando la región sufrió el ataque de las tropas de Raimundo de Turenne. Pero la llegada del Renacimiento y el sueño de una nueva forma de vida ayudaron a transformar el castillo feudal en una vivienda más acogedora.
Así, a partir de 1525, Bertrand Rambaud de Simiane, cuya poderosa familia reinaba en la mayoría de los pueblos del Luberon, fue el primero en iniciar la transformación del castillo.
Los señores de Gordes nunca vivieron en el castillo y se contentaron con cobrar las rentas del señorío. Se utilizó como prisión, almacén para guardar las cosechas y para albergar guarniciones. A finales del siglo XIX y principios del XX, estaba en el centro de la vida del pueblo; había un bar, escuela para niños, comedor escolar, oficina de correos, farmacia y ayuntamiento.
De 1970 a 1994, las grandes salas albergaron el museo pedagógico Vasarely, seguido por el museo Pol Mara, artista flamenco contemporáneo, de 1995 a 2011.
La monumental chimenea renacentista destaca tanto por sus dimensiones como por la calidad y belleza de sus esculturas.
